Hola amores:
Sientes el éxtasis que mueve el viento cuando ronda tus mejillas, sientes el ulular del sonido hueco en tus oídos, la calidez envolvente como si te acurrucara.
Sientes cada murmullo que trae el aire, son palabras sin sentidos que le dan sentido a tu andar.
Sientes la necesidad de encontrarte, buscas ese aroma tan familiar que te recuerda esos locos torbellinos de tus días.
Sientes que la nada es un todo dibujado en el umbral de esta vida de ti... sin él, esa soledad que acobarda sin sentido, porque el olvido no existe, porque la memoria esta presente y se siente aquí en el pecho como taladro punzante alojándose allí.
Nadie abandonó tus días, solo tu eres quien te abandona sumergida en los recuerdos, olvidando que la vida sigue, que hay seres esperando verte salir de esos infiernos...
La vida es lo que cada uno de nosotros hace de ella y lamentablemente el tiempo pasa y los seres que te aman y aún tienen vida disfrutan solo de tu agonía, porque decidiste quedarte allí, no avanzar, detener el tiempo ese día cruel que la vida te quitó lo mas amado.
Tratas de resucitar cada amanecer a la vista de los otros, pero mueres en los anocheceres pensando que ya nada será igual.
Como un ángel en el cielo acompaña tus pasos y en los ocasos despertares, ahí esta como duende en la espesura para que no mueras de pena, para que lo sienta, para que te abrace, para que el aroma vuelva a inundar tu cuerpo, sintiendo esa caricia que erizaba tu piel, esos dedos que recorrían tu cuerpo, esa plenitud difícil de olvidar.
Las soledades del alma se alojaron en nosotros y es quien empaña nuestra luz, nos enceguece y no nos suelta.
Esa soledad llegó a nosotros por la perdida de un ser querido y nosotros no queremos soltarlo, nos aferramos a él...
Esa bruma aparece después del adiós, después de que ese ser decidió entrar en el letargo.
No te abandonó, no te dejó a la deriva, no quiso dañarte, aunque así lo creas, solo llegó al límite de sus fuerzas y decidió cortar ese hilo que hasta hoy los unía.
Por mas oquedad que tu alma sienta debes rescatarte del naufragio, ya no sirve que navegues en esos mares inciertos, todavía sientes... todavía vives... estas a tiempo de trasmutar el dolor y guardar ese mar de sensaciones para ahogar tu noche vestida de amor.
A todas las almas que navegan en los mares de locura, que no encuentran esa orilla, que el infierno punzante arde ante sus píes, y quema, como quema...
Por todas las almas que ya no están pero que viven dentro nuestro...
Cariños Amelie!!!
